Hasta el momento la principal arma de Microsoft contra la modificación de su consola Xbox 360 era banear a usuarios de Xbox Live. Sin embargo parece que ha decidido pasar también a la vía legal, comenzando a amenazar a tiendas que realizan el servicio de flasheo del lector de la consola. Según hemos podido saber, un bufete de abogados madrileño está enviando burofaxes en nombre de Microsoft, solicitando el cese de la actividad y una indemnización extrajudicial de 3.000 euros.
En el aviso se advierte que se trata de una actividad ilícita, que podría infringir los derechos de propiedad industrial de Microsoft y la legislación sobre competencia.
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